El proyecto No right of survivorship plantea una reflexión sobre la vigilancia en Internet y cómo nos sometemos voluntariamente a ésta a cambio de ciertos privilegios. La reflexión se centra concretamente en la acumulación de datos de fallecidos en la red social Facebook que, tras haber cedido su información en vida, éstos permanece en propiedad de la empresa como un recordatorio eterno de la existencia de esas personas.
¿Dónde van nuestros datos tras la muerte? ¿A quién le interesan los datos de personas fallecidas? ¿Tienen algún interés económico una vez que ya no existimos ni reaccionamos a sus recomendaciones y coacciones? Estas son algunas de las preguntas sobre las que incide este proyecto artístico.
Desde las ideas de Foucault hasta la actualidad, el auge de las redes sociales, la vigilancia y el control de la población ha experimentado un incremento casi exponencial en estos últimos años. En este estudio se examina el contexto en el que se desarrolla este proyecto de investigación así como los avances de la vigilancia, que se producen a la par que los de la tecnología. Desde una perspectiva más global se analizará también el estricto y casi distópico sistema de puntuación social utilizado actualmente en China como una consecuencia directa de la vigilancia y el control de cada uno de sus habitantes.
A continuación se establecen los vínculos entre la base conceptual y las expresiones artísticas que hacen referencia a ella. El malestar social que se presenta en la población también se muestra en las creaciones de arte contemporáneo a lo largo de los últimos años. Se desarrolla la noción de la intimidad, menos íntima que nunca en las últimas décadas, el control que han asumido las máquinas gracias a la inteligencia artificial y a los sistemas de visión por computador y las dudas que se nos presentan sobre la propia realidad al contemplar obras que trabajan con circuitos cerrados de televisión, en las que la programación nos hace pensar que nuestros sentidos nos engañan.
Finalmente, se aborda directamente el tema central de este proyecto: la vigilancia tras la muerte. Para ello se analiza el tratamiento que dispensan algunas de las más conocidas redes sociales, tales como Facebook, Instagram y, la más reciente, Tiktok, a los datos de sus miembros fallecidos. Este análisis se relaciona con algunos referentes de la cultura popular, como las series de televisión, que ya predecían un futuro distópico, en el que ahora nos adentramos de forma inminente.
Estas ideas se materializan en forma de instalación interactiva donde el espectador puede ver cómo camina e interactúa con personas que no existen en el plano físico. Dos realidades, la virtual y la material, se unen en este espacio, conviviendo y generando preguntas difíciles de responder. Definitivamente, ¿Es la muerte la única escapatoria a la vigilancia en Internet?