El proyecto 632AF plantea una reflexión sobre la cesión del cuerpo y la identidad al diagnóstico y la medicación.
Su título hace referencia a la novela Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley, en la que los personajes viven en un mundo de control y subordinación al poder.
632AF es el año en el que transcurre la novela. AF, After Ford, son las siglas utilizadas tras sustituir a Cristo (AD, anno Domini) por Henry Ford, creador de la primera cadena de producción del modelo capitalista. La novela se desarrolla 632 años después de que el primer modelo de automóvil Ford T se pusiese a la venta. Esta fecha coincidiría en el mundo real con el año 2540.
Este proyecto artístico pretende ser crítico con algunos aspectos de la era del diagnóstico en la que vivimos, invitando al público a reflexionar sobre las consecuencias de la constante y, en muchos casos, innecesaria medicación.
La instalación está constituida por un sencillo montaje físico que opera con un complejo software de captación y procesamiento digital de imágenes mediante redes neuronales. El espectador se verá reflejado en pantalla gracias a la cámara que le apuntará directamente. Sobre la imagen captada se realizarán unas modificaciones gracias a técnicas de inteligencia artificial que permiten el reconocimiento facial.
Este proyecto, realizado desde un enfoque anti psiquiátrico, tiene como objetivo trasladar al espectador una reflexión sobre las estrategias de poder para ejercer control sobre los individuos, algo sobre lo que también incidieron Huxley o Foucault con algunas de sus obras.
Con este trabajo pretendo reflejar el potencial de control que puede ser ejercido por parte de quienes detentan el poder que otorga el diagnóstico y la medicación. Mi propósito es transmitir al espectador que ese poder, cuando es ejercido pensando sobre todo en beneficios económicos, puede coartar sutilmente nuestro libre albedrío a través de recetas, sugerencias y propaganda, induciéndonos a comportamientos coaccionados y finalmente, a la adicción por la medicación.
Para trasladar al espectador estas consideraciones me propuse recopilar información relacionada con el diagnóstico y tratamiento de algunas alteraciones del comportamiento que son, cuanto menos, controvertidas.
Me refiero, por ejemplo, al Trastorno por Deficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), dado que un sector de la profesión médica es reacio a reconocer su existencia. Esta información se utiliza como base documental, para luego tratar esos datos y materializarlos en una instalación que invita al público a reflexionar sobre los efectos de algunos tratamientos y a replantearse el uso de la medicación como fuente de estabilidad.